viernes, 1 de enero de 2010

El Estrecho (Prosa)


Sus ojos oscuros anegados de lágrimas, delante una anchura de mar en un
desfiladero y al borde fondeada una chalupa.
Sus manos, gastadas de trabajos forzados en el sembradero a la luz del sol
y la luna más puta.
A sus pies, una vieja maleta repleta de recuerdos y amargas despedidas.
Su patrimono, invertido en aquel arriesgado viaje sin certeza de ser un
cuento con final feliz, mientras la muerte acecha en el estrecho sin tregua.
gbc

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