Amor de invierno (Prosa)

    
     Su frío pelo caía ondulado al vacío, como las ramas de un sauce que llora por acariciar el suelo. Su piel se esclarecía limpiamente en la luz tenue de una habitación medio a oscuras. Su pecho anidaba cien suspiros que aleteaban como mil colibríes alzando el vuelo.

Su pecho, su piel y su pelo miraban atentos, mientras sus carnosos labios rompían el silencio, enlazando mi nombre, con sus miedos y un tembloroso amor de inverno.

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Tus dedos (Prosa)

     Mis sueños enredados en sus dedos, sus dedos atrapados en mi boca y una simple voz que enmudece tras verle. 

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Dos minuts (Prosa)

     

     Dos minuts. Dos minuts per capbussar-me en l'olor de la teva roba. Dos minuts per perdre'm en el reflex dels teus ulls i buscar-me en la profunditat de la teva foscor. Dos minuts per assaborir les teves paraules i recordar-les quan les necessiti. Dos minuts per impregnar-me del teu perfum i intentar conservar-lo fins a la teva tornada. Dos minuts per degustar el cafè amarg de la teva boca i tastar la teva absència.
Espera't.... Dos minuts.

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Fotografia de Morgan Baldewin, Absence

Sol (prosa)

     I deixant enrere l'escalfor de les abraçades, dels petons a la galta i de les mirades carregades de força, van marxar. Com el color ocre dibuixat al cel d'una vesprada, que s'apaga, que s'envà...
Després d'unes últimes paraules i un cop de porta, el silenci el va abraçar. Només s'escoltava el batec del seu cor i el ressò que deia: sol, sol, sol...

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Fotografia de K Áron, Loneliness

Tu cuerpo, mi boca y tu pecho (Poesía)

Tu cálido aliento empaña mi oído
como el invierno una ventana de domingo.
Tu cuerpo ilumina
                               mi boca;
mi boca
              abraza
                             tu pecho;
tu pecho
               cobija
                            mi miedo.
Tu cuerpo alumbra mi pecho y mi oído;
mi miedo y las tardes de domingo.


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Fotografía de Elle Hanley Photography, A simple black & white

Café color castaño (Poesía)

Perdido entre la noche,

un suave olor se desprende

y holgando en su cuello,

pereza de serpiente,

abraza sosegado

mi pecho tristemente.

Perfume de tu gozo,

recuerdo de mis sienes,

sentencias mis desdichas

con la aroma de tu vientre:

café color castaño, 

amargo para siempre.

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Fotografía de Irène Sneddon, Waking up in Paris

El hacerse mayor (Prosa)

     Me asusta no sentir el calor de aquellos que ya no me acompañan, el paso del tiempo y el hacerse mayor.

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Fotografía de David Mingay, My Old Shoes

Levantate y anda (Prosa)

      Ante la inesperada sorpresa de un hecho negativo, tienden a pasar unos breves segundos antes de que tú dejes de negarlo y pases a aceptarlo. A veces, esos segundo se te pueden hacer moralmente eternos.

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Imagen de Esmer Olvera, The Fighter

Juntos y sin voz (Poesía)

Mientras la niebla cubre

las cumbres de los montes,

sentados tu y yo

lamemos la ciudad 

que ayer nos lloró.

Qué se envidien las tierras,

los olivos y las azucenas

de las miradas de los dos.

Y aunque el cielo cese 

con los astros, su telón

soñaremos abrazados,

juntos y sin voz.

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Fotografía de Leah Flores, Muir:mountain

Destino (Prosa)

     Juraba y perjuraba que yo no sería como él. Lo veía y me daba asco. Sus ojos, su aliento y sus torpe pasos no me identificaban.
No quería terminar así: acabado, inútil y moribundo. Pero, al final, igual que él, la rueda me ha atrapado. Quizá sea el destino; quizá sea que soy débil, pero la tentación ha podido conmigo.
La rueda me ha alcanzado y no puedo pararla.

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Pintura de Adrià Pina