La mar (poesía)

Assegut en mil grans de sorra bessona

El vent bufa acariciant-me l’escaldada ànima,

deixant-me a mi poc com a persona

Tancant els ulls per volar com una fada

Desplegant les ales de paraules bufones

Combinant plomes, fent una corranda aclamada

Per sentir-me millor, digne d’aquesta vida bona

Que no m’accepta, pecador de luxúria sagrada

Inepte d’amor perdut en una ona

Que es dissolt en l’espuma de la mar armada.

Sense voler he volat al jardí de la innocència

Amb el fi de trobar la calma de l’essència

Deixant enrere tot aquells ineptes amb la seva presència.

El jardí format per arbre d’arbres amb fulles i idees

L’herba esperançadora molla de versos

Llegint històries d’herois com Eneas

Mentre flors em regalen els seus besos.

Preparat per tornar a la batalla de la vida

Armat de valentia, amb l’espasa i ploma

Donant mort a fantasmes com la sida

Sense casi utilitzar l’espasa, només el punt i la coma

gbc

Sín título (poesía)

Masoca corazón amando espíritu divino
Estriados rosas carnosos besar otros
Ebrio de miradas con pupilas de vino
Perturbado por sueños de mil encuentros
Prisionero de sonrisas y de tu cuerpo fino
Hilo pendiente del tiempo de su péndulo
Extraviado, inútil sutil genio genuino
Complaciéndote perdiendo cabeza y culo
Andando decapitado por amor, de que sino
En el pelo enredado como ave anclada
Ángel bailarín en su cajita musical
Verosímil desgarre en mi fachada
Lleno de besos amargados de coral
Envuelto en inundaciones de salada
Agua, oxidado caballero antisocial
Por cada mirada de tu cara derramada
Hueco en mi pecho causado por puñal
Del amor, rosas de sangre derrochada
Desgraciado racional en un pantanal
Ahogado en letras de poesía recitada
Sin poder tocar ese cuerpo tan perfecto
Hallado en perfecta vitrina blindad
Mientras me consumo sin afecto

gbc

Caos (poesía)

Mientras nos bañábamos en el caos
Yo os pregunté a vos
¿Tu que ves?
Y tú me respondiste:
Un caballero sin coraza
Un pájaro sin alas
Un revolucionario sin mano en alza
Un genio sin ideas claras

Te sellé los labios con mis dedos rasgados
Interrumpiendo tus alabanzas
Dije:
Por culpa la coraza, pierdo toda batalla
Por culpa las alas, caigo en picado
Por culpa la mano, parezco callado
Por culpa las ideas, cada cura falla

Fuiste tu quien me calló ahora,
Y con tu mirada dulce
Adjuntaste:
Ningún sabio siempre ha ganado
Por eso ganar, mucho no aporta
Pero a nadie le gusta ser el perdido
El truco consiste en no convertirlo en un hábito

gbc

victoria (poesía)

- ¿Oyes ese celaje?
- Son los vientos de cambio…
- ¿cambios?
- Sí, por fin se acabó la templanza.

Los aires de victoria se adentran
En nuestras vidas impropias ajenas.
En las dunas de la selva se centran
Con brisas calidas de palabras obscenas.
Arrulladoras dichas, sin dichos previos,
Pero con premios atentos sin penas.
Tantear es el placer hacia esa figura,
Ángel descendido de los azules cielos.
Guiando al inerte soldado, la fisura
Que fue curada para hallar anhelos

Sin hielos, que derriten tus alientos
Al besar y al respirar, se empañan
Con empeño los duros espejos,
Mientras nuestras claras almas estañan
Entre lascivos lazos. Perplejos y lejos
Quedan aquellos problemas ajenos
A nuestro nuevo mundo de fantasía.

Me siento lleno, en esta iluminada utopía
Nutriéndome con frutos sagrados
Que me proporcionan tus miradas, tus dedos alados,
Mágicos tus cumplidos, llenos de la mayor sabiduría.


- Ahora, podemos emprender el viaje.
- Pero, tengo cobardía.
- Sin miedo, no hay valentía,
Y sin esta, no hay ni victoria, ni esperanza.

gbc

Efímero (poesía)

Efímero

Cierro los ojos, me evado en mi pensamiento
Los abro y veo esas fotos tiernas
Siento un escalofrío reencarnado en sufrimiento
Encantado estoy en esas piernas
Navego en ellas cortándome el aliento
Con una simple sonrisa florecida
Sigo luchando contra la furia del viento
Ese abrazo, esa mirada, con prisas la despedida
Más me dolieron que no ser dueño de tu corazón
Y prisionero de tu voz, mi alma perdida
Vaga en el charco sangriento por tu pasión
Derrochada por todas y cada dolorosa herida
Cautivo aun esta ese humilde No sin razón
Desde aquel día mi mente emprendo su propia huida
Mi cuerpo y el cielo han empezado una fusión
Aun que sea corta, endeble y efímera
Me bastará para coger un poco de distensión
Quitarme esta afilada y fría salmeraQue causa tanta presión a este sencillo corazón

gbc

Doctum Doces (poesía)

Doctum Doces

Vivo en este mundo con un cadáver inerte,
Por culpa de aquellos que dañaron
Mi alma y mi ego, aunque solo uno vierte
Insultos e ironías, los otros se animaron
Atacar este pobre débil de mente fuerte
Día a día en insultos se bañaron
Cansado mis sueños se empañaron
Mis lágrimas vertidas en el mar de la deriva
Pocos me ayudaron y a mi lado caminaron
Estando en la soledad la tristeza es la gran diva
En la espalda los traidores me apuñalaron
Yo os daré de probar la envenenada abia
De arándonos esta lleno, aunque se extinguieron
Los héroes que lucharon con coraje
No me voy a reprimir por los toques
Mis inspiraciones que mandáis de viaje
No son suficientes para mis bajareques
Que perduran cada batalla sin anclaje
Atravesaré todos los fuertes diques
No voy a pagar este duro peaje
Da igual que tus padres sean condes o duquesSolo diré dos palabras: Doctum Doces

Luciérnaga (poesía)

Luciérnaga

Odio y amor, bondad y saña,
Ideas del ¿Por qué me caí aquí?
Mientras, sal me brota y sacia mi entraña,
Divinidad, porqué y para qué me hiciste así…

Oteo el cielo, a lo legos a través de un círculo.
Aunque un pozo de sabiduría sea, ahora es él que me rodea
Barbacanas oscuras húmedas, fieles a este zulo.

Tímida visita, una luz verdosa de luciérnaga
Iluminando mis ojos hundidos, de la miseria
Esta me quiere sacar, y olvidarme de la ciénaga
De pesadillas, dándole bienvenida a nuevas erías.

Teniendo fantasmas malignos, a diestro y siniestro,
Como diría un gran maestro:
“voy caminado solo,Triste, cansado, pensativo y viejo.”

gbc

Taberna (prosa)

Taberna

Mientras mis gafas se aclaraban de sus propios problemas, yo y mi alma solitarias fuimos a parar aquel rincón oscuro. Conducidos por una melodía cálida, que surgía de una minúscula ventana, que pertenecía a una humilde arpa.
Caminando, mientras brujas y magos realizaban hechizos, en dirección opuesta a la nuestra.
Mis yemas calurosas, se espantaron al tocar el rígido y helado pomo, y éste respondió con un claro chillido y una retorsión.
Los pies helados saludaron aquel sitio tan acogedor, candiles cálidos alumbraban aquel cobijo, que desde fuera desprendía un sentimiento de pavor.
Pero dentro, todo cambiaba, aquel antro acogía los más puros y vivos recuerdos, que el mundo había tenido como descendientes.
Unas redondas mesas estaban repartidas por aquellas paredes, cada una acogía una serie de personas, las cuales no podía verles sus caras.
La más cercana a la puerta tenía en su acecho a diversas figuras, con presencia degradada. Pude reconocerlos a todos a primera vista, Wilde y Darío discutían sobre el esteticismo; Dickens y dos trovadores componían versos, mientras un juglar esperaba ansioso por cantar dichos versos; Lorca y Alberti cortejaban algunas mujeres alegres; y los hermanos Machado conversaban felices, recordando hazañas y niñezes de su juventud.
En una mesa similar, otros personajes se reunían. Los primeros que se veían eran Platón y Aristóteles, que volvían a revisar los cimientos de la escuela de Atenas; Marx aclaraba sus teorías básicas del pensamiento a Immanuel Kant, y éste le escuchaba con sigilo; y Descartes hacía un esquema en un pergamino viejo sobre las dos sustancias: la inteligencia y la física.
La última mesa con un ruido espantador, de gritos y blasfemias, tenía a unos cuantos curiosos intentando desmantelar las palabras, que otros asistentes de es mesa habían dicho. En el centro de dicha mesa había un gran cuadro, que la ocupaba toda. Exactamente, el cuadro no tenía un movimiento definido, y cada artista decía la suya.
Dalí y Velazquez opinaban que sí tenía toques de impresionismo; Goya defendía la opción de que fuera rococó, Picasso y Da Vinci convencidos de que no lo era, solo hacían que desarmar su hipótesis, con que no estaba muy recargado de colores y…

Mientras oía todas esas voces hablar con tanto entusiasmo, yo, cerré los ojos, y respiré hondo. Una aura de felicidad y de sabiduría me subía desde las rodillas, hasta la cabeza, cuando esta fragancia alcanzó mis pupilas, un gran estruendo me quebró la imagen, y me hallé en un humilde catre, solo y sudoroso.

Rosas Rojas (poesía)

Rosas Rojas

“Las rosas son rojas,
El cielo es azul…”

Incapaz de ser así mi poesía,
Simbólica y retórica, eso es lo que guarda este baúl,
Que luce un letrero anunciando cuyo contenido,
Rimas y Leyendas, pone en este, sin contener full
De ases, porqué ases son las plumas, sin sumas
Y vivas, como las cuerdas místicas de este piano.
Donde aguarda silencio en un rincón, sin perdón
A que alguien le acaricie su larga y fiel dentadura,
Como la del león que ruge al leal farón,
Adornado con pinturas maravillosas y sombreros
Extravagantes, con águilas imperiales
Que por el cielo vuelan sin cesar…

Eso es poesía, volar sin cesar,
Jugando con letras, palabras y sentimientos.
Y mátame, si dijo que miento.

Diente de león (poesía)

Deslizando por el viento te posaste
Sin miramiento te acogió el cálido suelo
En él echaste ancla en raíces
Que en lo hondo toparon con cemento.
Ojos verdes surcaron el cielo,
Crecieron y aprendieron con fundamento.
Las lágrimas de Dioses resististe con anhelo
Y soplos de maldad desafiaste con tu capullo
Orgullo te mantuvo otoño e invierno firmemente.
Primavera te brindo una sonrisa suya
Le regalaste una ración de plumaje dorado,
Con él bailaste a la luz del sol y la luna
Fuiste la más brillante y adorada
De la pradera verde donde tuviste cuna.
Los pétalos amarillos de blanco se tiñeron
Les afecto el abandono del calor
Y tan débiles que con el viento se cayeron.
Sus viajes emprendieron lejos,
Buscando suelo fiable para quedarse.
Mientras tú te marchitaste

Y alegrándote por ellos, moriste.

gbc

Amanece (poesía)

Amanece

Alzándome en esta roca obscura,
En un balancín, evadida te encontré.
Envés tapado por la cabellera semidesnuda
Y tu cuerpo encaminado desafiaba el horizonte.

Mientras te miro:

Tu fondillo cubierto por un trapo de seda,
Moja una punta de agua salada,
Que de tus ojos brotaron
Por culpa de esa gesta amolada.

Mientras te oteo:

Se posa una hermosa mariposa
En el dorso, de claras alas azules.
Reposa en tu dulce piel, no osa
Romper tranquilidad con manchas púgiles.

Mientras te atisbo:

Nos sorprende el tímido alba que amanece
La mar de tus pies se aclara
La mar de tus pies se disipara,
Y tu bella figura en la lejanía se desvanece.

Mientras te sueño…

donde las arañas (prosa)

Donde las arañas trepan sin cesar, por ramas destartaladas de robles, sin títulos nobles. El musgo de sus base, hace que él se sienta seguro, de pie, con mirada perdida hacía el horizonte. Su cabellera marrón-amarillenta luce al poco sol que le sonríe, aunque él nunca se halla sentido a gusto con ella.
Todas sus características son puras fascinaciones, que contemplan mis ojos, que se han detenido un momento a contemplar el paisaje. Porqué siempre vivimos caminando, solo con nuestras admiraciones que van dirigidas a nuestros pies, nunca más allá, sin darnos cuenta que, alrededor de esta figura de mármol que hemos creado, también hay cosas por las cuales vale la pena encandilar