Juraba y perjuraba que yo no sería como él. Lo veía y me daba asco. Sus ojos, su aliento y sus torpe pasos no me identificaban.
No quería terminar así: acabado, inútil y moribundo. Pero, al final, igual que él, la rueda me ha atrapado. Quizá sea el destino; quizá sea que soy débil, pero la tentación ha podido conmigo.
La rueda me ha alcanzado y no puedo pararla.
No quería terminar así: acabado, inútil y moribundo. Pero, al final, igual que él, la rueda me ha atrapado. Quizá sea el destino; quizá sea que soy débil, pero la tentación ha podido conmigo.
La rueda me ha alcanzado y no puedo pararla.
gbc
Pintura de Adrià Pina
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