Ando entre las gentes, por medio de la multitud, aunque en verdad camino solo. Solo e insignificante dentro de una gran ciudad ególatra. Entre el vaivén de las personas que caminan; entre los colores fugaces que se cruzan, intento encontrarte. A ti, viejo recuerdo, que picas, a veces, la puerta de mis sueños.
Pero cuando te encuentro, el pecho me da un vuelco y mi cuerpo queda paralizado, mientras pasas de largo sin que nuestras miradas se entrelacen, si quiera...
Pero cuando te encuentro, el pecho me da un vuelco y mi cuerpo queda paralizado, mientras pasas de largo sin que nuestras miradas se entrelacen, si quiera...
Fyodor
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