domingo, 7 de octubre de 2012

Callejón (Prosa)



     Dos calles: la principal que es un calle ancha de adoquines lisos por donde pasa mucho gente conocida; y la secundaria que es más empinada, estrecha y llena de pegotes de alquitrán en el asfalto.

Siempre bajo por la principal. Me gusta caminar por su calle iluminada y peatonal. Me gusta caminar erguido y con la mirada alta. Me gusta pavonearme con un andar elegante y charlar, como un adulto, con mis vecinos.

Sin embargo, siempre que subo, lo hago por la secundaria. Ando solo entre las casa altas de doble piso que oscurecen la calle, impidiendo que el sol entre. Lentamente y cabizbajo, asciendo mirando al suelo. No quiero que nadie me vea; no quiero nadie me encuentre y me pare a charlar. Cuando subo, el frescor de la sombra me acompaña, pero el cansancio de la pendiente invade todo mi cuerpo haciéndome más costosa mi tarea.

Al fin y al cabo, me doy cuenta que mi vida son como estas dos cuestas. Y sin entenderlo, disfruto más subiendo. Aunque camine vago y solo, como si fuese un héroe entre las sombras.


gbc



Fotografía: Via del Moro. Luca (Italia). Autor desconocido

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