domingo, 11 de noviembre de 2012

Una mañana cualquiera (Prosa)



     Con esa exactitud tan característica de la ciencia, mi despertador suena y dejo que uno de los ojos despierte al otro mientras arqueo mi entrecejo. Me incorporo y vagamente me visto como puedo. Descalzo, voy al lavabo. Al entrar, me doy un golpe en el dedo pequeño del pie con la esquina de la puerta. Me he hecho daño. Me lavo la cara. Aún descalzo y medio cojeando, camino hacia la cocina. Mecánicamente, preparo la cafetera. Tomo la leche y mientras me la estoy sirviendo, se me resbala el cartón y, precipitándose al vacío, el vaso estalla contra el suelo; quedándome sin leche, con un pantalón sucio y un vaso menos.
Negatividad... hoy va a ser tu día. 



gbc



Fotografía de autor desconocido

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